MÉTODO

Siempre que veo trabajar a Albert pienso que utiliza el mismo procedimiento que el pintor. Observa, meticuloso, la profundidad del tema escogido desde todos los puntos de vista y dibuja esbozos sobre la realidad analizada antes de decidirse a transformarla en arte sobre una tela.

Pinta y compone como nos podemos imaginar al artista impresionista: desde la escena, para conocer mejor su naturaleza, su música, su luz, su atmósfera, implicándose con los actores, nunca desde la soledad del escritor encerrado en un estudio delante de un papel o de un ordenador. Cada escena acaba siendo un cuadro realista, y toda su obra, una sinfonía.

Prefacio del primer volumen de las obras de Albert Boadella.
— Lluís Elias

Sobre el método

Para que todo el mundo pueda entender la forma como Albert trabaja las dramaturgias con los actores, ha llamado a su método: método emergente. Lo ha intentado explicar gráficamente a partir de una espiral: girar alrededor de un punto en concreto con la intención de ampliar las posibilidades para volver a concretar de nuevo.

Lo ha comparado con el proceso deductivo del personaje de Georges Simenon, el comisario Maigret: investigar un tema, desmenuzarlo en mil trozos, registrándolos uno por uno y buscando pistas con las cuales encuentra pruebas que daran sentido a su discurso. Y ciertamente es así como trabaja, y cuando dice que su método se basa precisamente en no tener método, es la definición que mejor encaja con su manera de hacer y de ser. Una filosofía fundamentada en la experimentación. Prueba, jugando. Se da cuenta de los errores. Duda. Busca. Excluye y renueva, hasta que surge el hallazgo. Al descubrir la síntesis, emerge la poética.

Prefacio del primer volumen de las obras de Albert Boadella.
— Lluís Elias

Método emergente

metode1Nuestra manera de construir una obra es esencialmente antitrágica. En la tragedia actúan unas fuerzas colosales, unos engranajes imparables y precisos que empujan al hado o al destino según la ley inexorable de las parcas. El hombre comete una acción, consciente o casual, un error o un deseo, movido por las pasiones o arrastrado por la ignorancia y, una vez realizado el hecho, la fuerza del hado desencadena las consecuencias. Todo continúa después como una deducción matemática o el recorrido de una máquina desenfrenada.

Generalmente en nuestras obras no hay fuerzas concatenadas de la acción ni tampoco ninguna ley universal por encima de los personajes. Partimos muchas veces de la situación como unidad elemental de nuestro teatro, ésta es como la célula del cuerpo de la obra. Así, de la misma manera en que el científico puede deducir todo un mundo a partir del microcosmos, nosotros tratamos de elaborar lo mismo a partir de una acción, unas palabras o un gesto.

Nos sentimos, por lo tanto, más próximos al proceso musical o pictórico que al procedimiento literario tradicional, especialmente cuando éste sirve de núcleo de la obra teatral, imponiendo la primacía indiscutible de las palabras por encima de otros lenguajes escénicos.

Albert Boadella

Sobre los temas de las obras

La comunicación, el sentido de la vida, la tragedia, la competividad, la relación de pareja, el bandolerismo, la justicia, la destrucción del planeta, los mitos mediterráneos, el progresismo, el poder personal, las psicopatologías cotidianas y las debilidades humanas, las religiones, los tópicos nacionales, los poderes fácticos, el genocidio de la conquista de América, el teatro, el nacionalismo, el artista, el arte… Difícilmente encontraremos una variedad y una ambición parecida en nuestra dramaturgia contemporánea.

(…) Los argumentos y los personajes de Els Joglars suelen buscar conceptos simples. En general, pero detrás de la idea argumental o del personaje más o menos esquemáticos que un espectáculo de Els Joglars pueda recrear, hay siempre una visión profundamente universal de los mecanismos de alienación social sobre los cuales se alimenta y se perpetua el poder.

El teatro de Els Joglars habla del poder a través de todas las variantes de opresión que ejercen unos individuos sobre otros, unas ideologías sobre otras. Y lo hace casi siempre mostrando el poder en términos de fraude irrisorio.

(…) es en la insistencia a alternar temas donde encontraremos una de las características notables de su trayectoria. También podemos otorgar el estatuto de característico al gusto recurrente para hacer confluir las distintas líneas temáticas en el fondo de un mismo argumento. Esta tendencia a una dramaturgia temáticamente poliédrica tan propia de Els Joglars la veremos crecer espectáculo tras espectáculo.

(…) Y otro factor no menos determinante en el estilo de Els Joglars es la claridad ideológica con qué son abordados los temas que tocan, por comprometedores que sean. (…) en los espectáculos de Els Joglars el punto de vista de la autoría es transparente. Cuando en alguna ocasión la crítica o el público han hablado de ambigüedad ideológica, com pasó en Olympic Man Movement o en Floit & Pla, la ambigüedad era en realidad el referente temático.