¡Que salga Aristófanes!

LA OBRA

En un centro de salud mental un grupo de pacientes está ensayando una obra de teatro sobre Aristófanes, creador del género teatral de la sátira y la comedia, que se exhibirá en distintos centros del país. La obra está dirigida por un ex profesor universitario especializado en mitología griega, quien ingresó en el centro de salud después de ser expulsado de su trabajo debido a unos polémicos tweets que lo hundieron personalmente. Una vez el espectáculo se está ensayando, el coordinador del centro observa atónito el resultado del mismo: Los usuarios del centro representan su espectáculo con escenas en contra de la corrección política y de la moral que impera en el momento. La Directora del centro duda sobre sus propias consideraciones morales hasta perder el juicio. El ex profesor se ha obsesionado con el personaje de Aristófanes hasta el punto que cree encarnar al mismo cómico.

Empieza aquí un debate que nos hará reflexionar sobre los limites de la moral y la libertad de expresión. ¿Quién decide lo que es políticamente aceptable y lo que no lo es? Estamos expuestos a una sociedad sobreprotectora capaz de vetar contenidos a juicio de algunos: los nuevos críticos de la sociedad, quienes señalan a otros: los “culpables”, para demonizarlos a través de unas plataformas que ofrecen total anonimato: las redes sociales, las hogueras de la actualidad.

 

El gran Aristófanes representa la libertad del teatro. A través de la risa, que es una forma extraordinaria de higiene mental, el teatro y los cómicos hemos venido desencadenando desde la más remota antigüedad las mayores carcajadas para catarsis y solaz de los espectadores; lo que no quita que en palabras del propio Aristófanes también les advierta: “No os ofendáis, espectadores de que siendo un cómico me atreva hablar de los asuntos de la sociedad, pues también la comedia conoce lo que es justo. Yo os diré palabras tal vez amargas, pero verdaderas.

 

-Ramon Fontserè-

Director Els Jolgars