Olympic Man Movement

L'OBRA

Estrenat el dia 9 de desembre de 1981 a l’ Aula de Cultura d’Alacant.
Es va representar fins el 30 d’abril de 1983.

Què és l’Olympic Man Movement?

Quins són els seus fonaments?
Les seves activitats?
Els seus fins?

L’estat de decadència i de degradació social, moral i estètica a la qual s’ha arribat actualment, fa que, un grup d’homes d’arreu del món, sans de cos i d’esperit, dignes de portar el nom d’homes i allunyats de tèrbols interessos polítics, no buscant altre objectiu que reconduir l’home a les més altes fites, digui prou!!

Volem acabar:

Amb l’especulació de petits intel·lectuals que sembren el confusionisme en la ment de l’home innocent..
Amb els que pretenen fer passar els seus vòmits com a obres d’art contemporani.
Amb els portaveus de llibertats utòpiques..
Volem cremar tot el que està podrit.
Volem segar les herbes que impedeixen el creixement dels homes purs.
Volem dir que la joventut no és un problema de cabell blanc o negre, llarg o curt. La joventut és en el cor i nosaltres tenim el cor jove. Tenim el valor de dir el que sentim i de portar a terme el que la necessitat històrica ens imposa.

L’ideal de L’OLYMPIC MAN MOVEMENT no ha estat un invent ni el fruit d’una frívola especulació intel·lectual, és quelcom de natural que ja es trobava en l’ànima de molta gent.

L’home esportiu no s’ha venut, no ha canviat els seus principis en relació als interessos materials, a les modes o als temps, segueix fidel als seus principis inicials, segueix fidel al més alt dels objectius:L’HOME.

No hi haurà fronteres entre l’estadi i la fàbrica.

No ens sotmetrem a la benevolència dels xais, a les filosofies dels falsos profetes, vetllarem perquè l’home no es propagui en el mateix nivell sinó que es propagui cap amunt.

Al qui està caient, donem-li l’empenta definitiva.

Nosaltres fins ara despreciats pels “Cervells d’or” de la nostra civilització, considerats com una màquina de carn i ossos, com uns camàlics sense cervell, diem prou; nosaltres som els déus de l’estadi.

Ens heu difamat perquè no ens hem deixat seduir per les vostres degradades doctrines, perquè hem estat incorruptibles als vostres paradissos de paper. Ara no tindrem compassió, perquè la compassió és un sentiment degradant per a l’home.

No volem la pau sinó la victòria.

L’època de les nostres catacumbes de lucidesa ha finalitzat, ha arribat per fi la nostra era.

El nostre moviment conduirà amb ferma voluntat a l’home nou pel camí il·luminat del seu destí.

Serà un exemple per tots els homes que esperen que algú els allargui una mà per atrevir-se a donar el primer pas en aquest inigualable viatge per la vida.

GOD SAVE THE OLYMPIC MAN!

Equip artístic i tècnic


Actors

Jesús AGELET
Anna BARDERI
Jordi CANO
Alícia ESCURRIOLA
Pitus FERNÁNDEZ

Jordi MARTÍNEZ

Ingrid RIERA

Equip tècnic

Direcció: Albert BOADELLA
Ajudant de direcció: Glòria ROGNONI
Vestuari: Josep M. TURELL
Decoració: DINO IBÁÑEZ
Compositor, traductor (cast) lletra de l’himne: Josep M. ARRIZABALAGA
Arranjaments musicals: Guillermo AYESA
Aparells electrònics, llum i so: Francesc BURRULL

Col·laboracions: Jordi COSTA, Ramon de la TORRE, Fabià PUIGSERVER, Jordi SARÉS, Josep PARÉ, Carles GALLIFA (Club Patí Vic), TALLERS PASCUALÍN, SONY

GALERIA D'IMATGES

PREMSA

El movimiento de los uniformes

Diario 16
19/03/1982
Ignacio Amestoy

Como un grito, tan alegre como desesperado, surgido de veinte años de idas y
venidas; huidas, encuentros y reencuentros, estalló en la Sala Olimpia el
Olympic Man Movement de Albert Boadella.
Un “mitin” –así lo han querido llamar Els Joglars- contra los uniformismos, las
uniformidades y los uniformes ocultantes de esclavitudes al servicio de
cualquier fascismo.
Albert Boadella, uno de los espíritus más creadores de nuestra despistada
cultura, ha sido oportuno con su último juego teatral. En momentos en que el
fantasma de la involución es el convidado de piedra cotidiano, es bueno que se
grite a favor de la libertad y se ponga en solfa la fuerza, la fuerza de la unión y la
unión de la fuerza.
Olympic Man Movement es un gran mosaico, un alucinante mosaico, un irónico
mosaico sobre la alienación fascista que nos acosa a la vuelta de cualquier
esquina.
Boadella estructura su ritual sobre el atractivo y en apariencia inocuo mundo del
deporte y la competición, desarrollando su ceremonia en el marco de la
parafernalia deslumbradora de los escudos, los uniformes, las banderas y los
himnos.
La estructura del discurso es perfecta. A los sones de marchas hitlerianas
comienza la magna olimpiada juglaresca, Los saludos, los mástiles, los
chándales y demás corsetería deportiva serán lazos de unión de quince escenas
que nos mostrarán el aterrador mundo de la alienación a través del músculo.
Un recorrido alucinante que nos introduce en el siempre cercano “1984”, en los
“mundos felices”, en las “naranjas mecánicas”, en las “montañas nevadas” y en
los “algo más que un club”.
La chistera teatral de Boadella contiene desde bebés furiosos enseñados a
competir desde la cuna –la escena más brillante y divertida del Olympic- hasta
el “sacrificio” que no será “estéril”, de uno de los miembros del “Movimiento”,
destripado por la bomba de una anarquista infiltrada.
Entremedias “in crescendo”, la liturgia desgrana y desmonta, hasta la asfixia, el
entramado de nuestra convivencia: la universidad, la política, el trabajo en la
industria y el campo, el matrimonio, la ciencia, el comercio y la publicidad, el
arte…
Boadella hace que cada una de las escenas sea un choque festivo y brutal entre la
libertad y el fascismo. En el corredor sin retorno que nos muestra, el segundo va
acorralando a la primera en medio de un carnaval de imágenes, acciones y
palabras que todavía están en las “moviolas” de todos.
“No mezclemos el arte y la política. La política es la anécdota de la historia. A
nosotros nos interesa solamente la historia”, afirma un “movimientista” poco
antes de que se desencadene una feroz represión y de los balones, raquetas y los
bates de béisbol surjan las pistolas y los cuchillos.
De la estética del músculo a la dialéctica de las armas. El fatal movimiento de la
intolerancia. Y la sutil frontera entre la flauta pacifista, la sumisión del
funcionario, la agresividad feminista, la militancia armada… y los héroes del
fascismo.
Boadella hace surgir de las tablas, con su inventiva teatral y plástica, la amable y
rigurosa advertencia. El despliegue espectacular y su avanzado lenguaje estético
–una pantalla electrónica es la gran “protagonista” de la función- no impiden
sino que facilitan ver el bosque. Mágico poder de este destacado creador teatral
que ha sabido conjugar los esfuerzos e intuiciones de todos los que participan en
este “mitin”, incluidos los espectadores. Boadella se ha adelantado a los
acontecimientos. Nos ha puesto el espejo del futuro ante nuestras narices para
que reaccionemos ante la fantasmagoría. Cuidado con los uniformismos, las
uniformidades y los uniformes. Cuidado –claro está, no podríamos hablar de
otra cuestión ni referirnos a otra encrucijada-, cuidado con el Mundial. Que nos
están comiendo el coco y la moral. No confundamos la gimnasia con la
magnesia.


El totalitarismo en nuestro tiempo

El País
19/03/1982
Eduardo Haro Tecglen

(…) Boadella, que es seguramente el hombre de teatro con más interés en
España, crea su escenario con una simple plataforma, unas gradas que avanzan
o retroceden y una pantalla de computador –cuya presencia se añade al
significado de la obra-; y con seis actores tan puntuales, tan exactos, tan
cronometrados en sus movimientos, que dan la sensación de que Boadella ha
sido su propio Skinner, su propio dictador totalitario. Las figuras del
computador y los efectos sonoros, incluso la palabra en play back, obligan a una
seguridad y una medida de los movimientos que lógicamente coinciden con lo
que expone la obra. Esta está concebida a la manera de un mitin de afirmación y
propaganda del movimiento, ilustrado con ejemplos. Probablemente, sin el
fascismo interior de la obra no se daría una versión tan clara del fascismo
exterior.
(…) Si detrás de los que se presenta hay toda esa retaguardia antigua antes
citada –Huxley, Orwell-, detrás de la contemporaneidad del procedimiento
teatral hay también una antigua tradición, un antiguo sistema: el de los sketchs
que pueden aparecer en las revistas de gran espectáculo. Por ejemplo, el número
–por usar la tecnología clásica- en el que los patinadores pintan en escena un
cuadro de Miró podría figurar en cualquier espectáculo amable y divertido, en
cualquier cabaré-teatro.
Los siete actores, el equipo técnico, el montaje musical, funcionan
perfectamente. Y el público responde con ovaciones para todos y especialmente
para Boadella.


Boadella: Olympic Man Movement

Hoja del lunes
05/04/1982
Pablo Corbalan

Un esterilizado aunque grandilocuente concepto domina la representación:
metal acerado y brillante, supermanismo y nitidez en los vestuarios,
movimientos encuadrados y simétricos, mecanización de voces y gestos
dominados por el panel electrónico frontal, colorido primario a la “pop”,
músicas solemnes y arrebatadoras. Un montaje que remite fielmente al
contenido de la obra, pleno de invención, de imaginación, de rigor y de sentido
de la teatralidad, apoyado en unos actores dueños de todos los recursos que el
espectáculo exigía.


El Periódico
12/02/1982
Gonzalo Pérez de Olaguer

(…) En cuanto tiene de trabajo directo -¿cómo puede reaccionar un público
normal ante la invitación a apuntarse al movimiento?- está lo más sabroso de
este formalmente riguroso, brillante y complejo trabajo de Els Joglars.
Polémico, por supuesto; y que supone un nuevo paso del grupo en la
investigación sobre espacio y técnica teatrales. Y un serio aviso sobre el actual
andar de la sociedad (en general), dado la manera fría y discutible, pero dado.